Los rojiblancos vencieron el choque a costa de un Zaragoza inoperante. De Gea, debut soñado en el Calderón. Los maños nunca inquietaron a pesar del gol.
El Atlético ganó y consiguió por fin su primera victoria en liga aunque, como no podía ser de otra manera, por la mínima y con la misma tónica de juego, ánimo y sensaciones de este inicio de temporada. El Real Zaragoza lo intentó, pero sin mucha intensidad, tratando de golpear a base de pequeños sustos que resultaron ineficaces. El joven portero de la cantera y Reyes, lo más positivo de un Atleti espeso.
Carlos Hierro / Foto: albertosanfer (Flickr)
Apenas había transcurrido minuto y medio, y Jurado marcó el 1-0 con un bonito disparo tras un rechace en el primer acercamiento colchonero del partido. Resultado inesperado, y 89’ por delante para observar el comportamiento de una plantilla que, con el marcador a favor, interpreta, normalmente, peor aún los partidos. Paso de los minutos, tapón, poca fluidez y aburrimiento general. El Atleti empujaba de vez en cuando, o eso parecía; el Zaragoza, lo dicho, intentonas múltiples sin claridad arriba. En una de ellas, Arizmendi se planta sólo delante de De Gea y éste, fruto posiblemente del nerviosismo e inexperiencia, le hace penalti. Todo el Calderón se echaba las manos a la cabeza, pero el guardameta despeja con solvencia la pena máxima. Júbilo en el Calderón, los de arriba a lo suyo, lo siguen intentado hasta que llega el descanso con más sentimiento que atributo alguno. Así finalizó el primer tiempo, soso, aburrido, con intenciones pero sin fútbol.
Se reanudó, y los maños hicieron al menos una declaración de intenciones. Poco antes del descanso y tras fallar el penalti, Babic dejó su puesto a Lafita por lesión, y a los 54’ Ewerthon entró por el ex rojiblanco Gabi. Casi toda la artillería maña estaba en el césped. Tras unos primeros minutos de asentamiento, el Zaragoza comenzó a abrirse de manera tímida, atenazados por los movimientos de Forlán, y la rapidez y decisión de ‘Kun’. Sin un gran despliegue, el segundo rondaba el arco de Carrizo; el bicampeón de la bota de oro lo intentaba con sus latigazos, Cléber y Jurado asomaban, y el argentino hacía retroceder a la zaga aragonesa tan sólo con su presencia. En una de sus acometidas, Agüero se metía hasta dentro y fue frenado por Ayala en falta al borde de la frontal. A.López se perfiló para chutar y ejecutó magistralmente al palo del portero, con potencia y colocación. Tiempo llevaba el alicantino sin marcar de falta, su especialidad. 2-0 y ambiente distendido en el Calderón.
Entonces, Marcelino lo apostó todo. Metió en el partido a Pennant por un flojo Abel Aguilar; y su tocayo en los banquillos retiró a Simao y dio entrada a Maxi. Para no faltar con su cita, el Atleti dio emoción a falta de 20’. Coincidió la concesión de un penalti muy dudoso de Ujfalusi a Arizmendi, y transformado por Ewerthon, con la entrada de Reyes por Agüero. 2-1, y aparición de cierto temor, que no llegaba a convertirse en miedo por los méritos del Zaragoza.
El propio Reyes y De Gea mantuvieron el tono durante los minutos finales, con embestidas en ataque del primero, y despejes del segundo, que hicieron posible no perder la calma y la concentración, y amarrar los tres primeros puntos en el Calderón en lo que va de liga.
Esta victoria no sirve más que para establecer una calma ficticia entre afición, directiva y cuerpo técnico, y será la plantilla y los resultados quienes otorguen vida o sentencien definitivamente al clemente Abel Resino.
Apenas había transcurrido minuto y medio, y Jurado marcó el 1-0 con un bonito disparo tras un rechace en el primer acercamiento colchonero del partido. Resultado inesperado, y 89’ por delante para observar el comportamiento de una plantilla que, con el marcador a favor, interpreta, normalmente, peor aún los partidos. Paso de los minutos, tapón, poca fluidez y aburrimiento general. El Atleti empujaba de vez en cuando, o eso parecía; el Zaragoza, lo dicho, intentonas múltiples sin claridad arriba. En una de ellas, Arizmendi se planta sólo delante de De Gea y éste, fruto posiblemente del nerviosismo e inexperiencia, le hace penalti. Todo el Calderón se echaba las manos a la cabeza, pero el guardameta despeja con solvencia la pena máxima. Júbilo en el Calderón, los de arriba a lo suyo, lo siguen intentado hasta que llega el descanso con más sentimiento que atributo alguno. Así finalizó el primer tiempo, soso, aburrido, con intenciones pero sin fútbol.
Se reanudó, y los maños hicieron al menos una declaración de intenciones. Poco antes del descanso y tras fallar el penalti, Babic dejó su puesto a Lafita por lesión, y a los 54’ Ewerthon entró por el ex rojiblanco Gabi. Casi toda la artillería maña estaba en el césped. Tras unos primeros minutos de asentamiento, el Zaragoza comenzó a abrirse de manera tímida, atenazados por los movimientos de Forlán, y la rapidez y decisión de ‘Kun’. Sin un gran despliegue, el segundo rondaba el arco de Carrizo; el bicampeón de la bota de oro lo intentaba con sus latigazos, Cléber y Jurado asomaban, y el argentino hacía retroceder a la zaga aragonesa tan sólo con su presencia. En una de sus acometidas, Agüero se metía hasta dentro y fue frenado por Ayala en falta al borde de la frontal. A.López se perfiló para chutar y ejecutó magistralmente al palo del portero, con potencia y colocación. Tiempo llevaba el alicantino sin marcar de falta, su especialidad. 2-0 y ambiente distendido en el Calderón.
Entonces, Marcelino lo apostó todo. Metió en el partido a Pennant por un flojo Abel Aguilar; y su tocayo en los banquillos retiró a Simao y dio entrada a Maxi. Para no faltar con su cita, el Atleti dio emoción a falta de 20’. Coincidió la concesión de un penalti muy dudoso de Ujfalusi a Arizmendi, y transformado por Ewerthon, con la entrada de Reyes por Agüero. 2-1, y aparición de cierto temor, que no llegaba a convertirse en miedo por los méritos del Zaragoza.
El propio Reyes y De Gea mantuvieron el tono durante los minutos finales, con embestidas en ataque del primero, y despejes del segundo, que hicieron posible no perder la calma y la concentración, y amarrar los tres primeros puntos en el Calderón en lo que va de liga.
Esta victoria no sirve más que para establecer una calma ficticia entre afición, directiva y cuerpo técnico, y será la plantilla y los resultados quienes otorguen vida o sentencien definitivamente al clemente Abel Resino.
*Lo mejor: David De Gea. El atleta reúne, junto con Asenjo, dos jovencísimos y prometedores guardametas. El chaval fue clave en la victoria.
*Lo peor: La victoria sirve para calmar ánimos y enfriar decisiones, pero el juego del Atleti continuó su línea vulgar.
*El duro: P.Assunçao. El brasileño debió ver la cartulina amarilla mucho antes por varias entradas sin intención alguna de disputar el juego.
*La clase: La pusieron el ya mencionado portero con sus intervenciones, y los buenos minutos de Reyes, quien tiene mucho que aportar a esta plantilla.
*El árbitro: Pérez Burrull. Mal, señaló un penalti muy dudoso para el Zaragoza, que supuso el 2-1, y midió erróneamente en ambos bandos el criterio de las cartulinas.
*El dato: 45.000 espectadores se dieron cita en el Calderón y animaron al equipo a pesar de la situación actual.
*Lo peor: La victoria sirve para calmar ánimos y enfriar decisiones, pero el juego del Atleti continuó su línea vulgar.
*El duro: P.Assunçao. El brasileño debió ver la cartulina amarilla mucho antes por varias entradas sin intención alguna de disputar el juego.
*La clase: La pusieron el ya mencionado portero con sus intervenciones, y los buenos minutos de Reyes, quien tiene mucho que aportar a esta plantilla.
*El árbitro: Pérez Burrull. Mal, señaló un penalti muy dudoso para el Zaragoza, que supuso el 2-1, y midió erróneamente en ambos bandos el criterio de las cartulinas.
*El dato: 45.000 espectadores se dieron cita en el Calderón y animaron al equipo a pesar de la situación actual.
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3 comentarios:
Este equipo tiene muy mala pinta. Si llega a la Europa Cup se podría dar con un canto en los dientes.
Reyes, si asienta la cabeza, puede ser aprovechable. Otro tanto con Cléber, el año pasado en el Mallorca jugó de cine.
Lo del fútbol español es de chiste, la mercancía que le venden a las aficiones sobre tiquicaca, yogobonito y demas absurdos es de alucine pero las aficiones, presidentes, parecen encantados de comprar esa mercancía averiada
Parece ser que el problema de este equipo era Aguirre, que con Agüero, que es un pedazo de futbolista, el cañonero Forlán, Simao, Raul García y muy poco más estaba metiendo al equipo en la Copa de Europa, verdaderamente milagroso pero los plumillas desvergonzados lo tenían en su punto de mira
Igual que le pasó a Koeman que ganó la Copa del Rey e iba a limpiar de cánceres el vestuario, pero no, había que cargárselo para poner a Unai que era poco menos que el nuevo Ferguson del fútbol europeo según los juntaletras vergonzantes, igual que le pasó a Capello, igual que le pasó al bueno de Lotina en Vigo con la moto Víctor Fernández, que eso sí que es vender una moto, el Celta yogobonito de Víctor no conseguía meterse en Copa de Europa, llegó Lotina y lo metió, pero jugaba "feo" (¿?), lo que le pasó al como persona impresentable Aragonés frente a tiquicaca Del Bosque, un hombre que se quedó en los años 70 - 80, etc, etc, etc.
Deberían haber vendido a Forlán al Madrid. Granero y/o Negredo mejorarían más el Atleti de lo que lo hace el uruguayo.
Siendo Forlán un crack los problemas del Atleti en mi opinión están en mediocampo.
Saludos desde http://conefedefutbol.blogspot.com
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