¿Es favorita España en el próximo mundial de Sudáfrica 2010?

NO, Guillermo Alonso

Aunque sea un deseo de todos los aficionados, y los que no lo son al gran deporte del balompié, España no puede ganar el próximo Mundial de Sudáfrica. Eso sí, hará un gran papel y sobre ello voy a comentar.

No es menos cierto que en los últimos cuatro años el palmarés de la selección es único, una media de doce partidos anuales, con una sola derrota, hace que ocupe el lugar de honor en el ranking de la FIFA. Ahora bien, esto no es garantía de nada, y para eso está la historia y las estadísticas rotas, pues en todos los mundiales hay cenicientas que se cuelan de rondones.

La historia de los mundiales esta marcada por tres selecciones: Brasil, Italia y Alemania, y en menor medida por Argentina, Francia e Inglaterra.

Estas selecciones, para llegar a donde han llegado, primero tuvieron que pasar un camino y una experiencia de la que España carece, pues en los últimos mundiales siempre hemos vuelto a casa en las segundas sin alcanzar las eliminatorias finales, al margen de errores arbitrales o las múltiples circunstancias que el fútbol nos ofrece.

No hay duda, y yo soy el primero en decirlo, de que la selección crea adición con su juego, posiblemente ofreciendo en estos momentos el mayor espectáculo que se puede ver sobre un campo de futbol, pero la historia me hace ser pesimista. Sí, pesimista en esta circunstancia por todo lo anteriormente expuesto.

Sin embargo, no quisiera que ese pesimismo me impida ver unos brotes en crecimiento maravillosos, que atisban mayor optimismo para la siguiente cita mundialista en Brasil. La cantera que en estos momentos tiene España no la tiene ninguna otra selección, y lo que viene apretando detrás, sumado a la experiencia y el terrero recorrido por los actuales, hará que pronto podamos tener nuestro primer título mundial.

No obstante me gustaría volver a escribir en este blog y reconocer mi error, será mi mayor satisfacción.

SÍ, Daniel Canales

¿Y por qué no? Esta pregunta, a mi modo de ver, ha de ser el punto de partida a la hora de evaluar el papel que pueda desempeñar la selección española en la próxima Copa del Mundo.

Y es que ¿acaso el juego desplegado por la “Roja” desmerece, o ha de agachar la cabeza frente al del resto de selecciones? Ocupamos hoy por hoy el puesto número 1 del ranking FIFA - dato no baladí por cierto- superando a las siempre eternas Brasil, Argentina, Francia, Alemania… Nuestros jugadores son tanto valorados en todo el globo como pilares en sus respectivos clubes; y lo más importante: nos han devuelto la ilusión.

Dicho esto, suponiendo que hay un punto de acuerdo respecto a las posibilidades de los de Vicente del Bosque sobre un terreno de juego (haciendo honor a las palabras de Míchel: “son 11 contra 11, un balón…”), pasemos a valorar el otro aspecto determinante a la hora de aspirar al título de Campeona del Mundo, la actitud.

He aquí uno de los aspectos que hasta ahora brillaba por su ausencia en cada cita internacional a la que acudía el combinado nacional: no nos lo creíamos. Independientemente de un mejor o peor juego, éramos incapaces de asumir el rol de potencia futbolística. Y por tanto, AHORA que somos conscientes de que SÍ lo somos, hemos de sacarle provecho: que el resto de equipos salgan del vestuario sabiendo que enfrente se encuentra, no sólo el reciente Campeón de Europa si no, uno de los mejores equipos del mundo.

Por supuesto, considero que ni España ni ninguna otra selección puede acudir al mundial con el papel de claro favorito – vicisitudes particulares del fútbol aparte-; ya que bajo mi punto de vista la etapa de “… y siempre gana Alemania” va perdiendo fuelle ante una, cada vez, mayor competitividad. Si no que simplemente hay un grupo de selecciones que tienen mayor número de papeletas para hacerse con el torneo, entre las que España, conscientemente, debe incluirse, dedicándose a hacer su juego a sabiendas de sus altas probabilidades de éxito; siempre con la mira puesta en dejar el pabellón lo más alto posible.

Pero por encima de todo, son una de las mejores generaciones que ha tenido nuestro fútbol, con un estilo de juego definido; han conformado un grupo, no ya de futbolistas si no de personas, que nos han hecho salir a la calle, corear sus nombres uno a uno (¡¡Camarero!!), y disfrutar, como hacía mucho no se disfrutaba, del juego de la selección española.

Demos crédito a su trabajo, PODEMOS.