Ya no se pueden permitir más fallos si quieren continuar adelante en la Liga de Campeones. El Barcelona no consiguió ganar en su visita al Rubin Kazan, en un partido que dominaron los azulgranas, pero con un juego muy lento y sin ideas. Los rusos a punto estuvieron de ganar el encuentro en la recta final, con varias ocasiones de gol que no consiguieron rematar.
Daniel Lobo Ojeda / Foto: flickr: cvrcak1
Los de Guardiola realizaron un partido gris, que fue yendo a menos con el paso de los minutos. Salieron mucho mejor que en el partido de ida, con la lección aprendida. Ibrahimovic recibió un pase de Iniesta a poco de comenzar, y se plantó solo ante Ryzhikov, pero su disparo se estrelló en el poste. Esta fue la ocasión más clara del partido. Messi, que realizó un mal partido, tuvo su única ocasión en la primera parte tras un pase de tacón de Zlatan. se quedó en un mano a mano, pero estuvo muy lento y el portero le quitó la pelota. El Rubin cerraba todos los espacios y se encontraba cada vez mejor en defensa con el paso de los minutos. Iniesta tuvo otra oportunidad antes del descanso, se quedó sólo ante el portero lateralmente y no consiguió resolver.
El Rubin Kazan se fue animando en ataque, saliendo rápido a la contra gracias a su delantero Domínguez. El entrenador local acertó con los cambios y su equipo se encontraba jugando más cómodo. Dispuso de varias oportunidades claras de gol, como por ejemplo un centro que recibe Bukharov, pero su control se le va largo y el cuero lo atrapa Valdés. Más tarde, otra vez Bukharov se va sólo hacia el área, encontrándose con la rápida salida del portero catalán desbaratando la ocasión.
Con la entrada de Henry la cosa no mejoró, e incluso recibió dos balones muy buenos para anotar un gol, pero no lo consiguió. El Barcelona fue víctima de su juego lento y su nulo desbordamiento ante el equipo ruso. No supo aprovechar las pocas ocasiones de las que dispuso, lo que fue aumentando la moral de los locales.
Ahora el Barça recibe al Inter de Milán dentro de quince días, en un partido a vida o muerte para los catalanes, que necesita ganar para no despedirse de la Liga de Campeones. Guardiola deberá de trabajar mucho para que el equipo no muestre un juego tan distinto de una semana a otra.
Daniel Lobo Ojeda / Foto: flickr: cvrcak1
Los de Guardiola realizaron un partido gris, que fue yendo a menos con el paso de los minutos. Salieron mucho mejor que en el partido de ida, con la lección aprendida. Ibrahimovic recibió un pase de Iniesta a poco de comenzar, y se plantó solo ante Ryzhikov, pero su disparo se estrelló en el poste. Esta fue la ocasión más clara del partido. Messi, que realizó un mal partido, tuvo su única ocasión en la primera parte tras un pase de tacón de Zlatan. se quedó en un mano a mano, pero estuvo muy lento y el portero le quitó la pelota. El Rubin cerraba todos los espacios y se encontraba cada vez mejor en defensa con el paso de los minutos. Iniesta tuvo otra oportunidad antes del descanso, se quedó sólo ante el portero lateralmente y no consiguió resolver.
El Rubin Kazan se fue animando en ataque, saliendo rápido a la contra gracias a su delantero Domínguez. El entrenador local acertó con los cambios y su equipo se encontraba jugando más cómodo. Dispuso de varias oportunidades claras de gol, como por ejemplo un centro que recibe Bukharov, pero su control se le va largo y el cuero lo atrapa Valdés. Más tarde, otra vez Bukharov se va sólo hacia el área, encontrándose con la rápida salida del portero catalán desbaratando la ocasión.
Con la entrada de Henry la cosa no mejoró, e incluso recibió dos balones muy buenos para anotar un gol, pero no lo consiguió. El Barcelona fue víctima de su juego lento y su nulo desbordamiento ante el equipo ruso. No supo aprovechar las pocas ocasiones de las que dispuso, lo que fue aumentando la moral de los locales.
Ahora el Barça recibe al Inter de Milán dentro de quince días, en un partido a vida o muerte para los catalanes, que necesita ganar para no despedirse de la Liga de Campeones. Guardiola deberá de trabajar mucho para que el equipo no muestre un juego tan distinto de una semana a otra.
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