Quique inicia su etapa en el atlético con una victoria (0-2) ante el Marbella en la ida de los 1/16 de Copa. Troyano –en propia puerta- y Maxi pusieron los goles. Ninguna conclusión tras este primer partido, tan sólo el leve cambio de actitud y mordiente. Reyes se perfila como jugador importante con la llegada del entrenador madrileño.
Carlos Hierro / Foto: Marca
La nueva andadura de Quique al frente del atlético se puso en marcha anoche en Marbella. Allí tenía que ser, una ciudad que, de una u otra manera, ha estado durante años ligada a este club.
El resultado es lo de menos, pues en un partido, y más de Copa del Rey, no se pueden subsanar todos los desperfectos de meses; la victoria sirve, al menos, para calmar esas aguas tan revueltas que circulan por el Manzanares. La imagen fue como suele ser en estos casos en los que un entrenador nuevo coge un equipo: ganas, actitud y bastante concentración. Pero poco más. Con todos los respetos, no es el Marbella –y encima tan sólo tres días después de coger el cargo Sánchez Flores- el equipo que deba medir en esta eliminatoria a corto plazo este cambio de dirección en el atlético. Y sí, dentro de un par de semanas o tres el rival de turno en liga.
A lo largo de los primeros 45’ el atlético se acercó –sin asediar en ningún momento- de manera regular a la portería de Ávila, queriendo el balón y originando una continua sensación de peligro -¡qué menos!-. Mientras que los marbellíes ponían voluntad pero no creaban apenas sensación de peligro en al área de Asenjo. A los 19’ y en un centro sin apenas peligro, Troyano –sin querer- lo introdujo en su portería. 0-1, y respiro importante para toda la plantilla.
El segundo periodo fue una copia del primero, voluntad casera y control visitante. Aunque, vistos los otros enfrentamientos coperos, está claro que al atlético le tocó un rival sencillo, sin ganas de ser otro invitado aguafiestas en la Copa. El partido, además, perdió interés con la sustitución de Reyes, que dejó su puesto a Simao. El utrerano, vistos sus pocos minutos este año, y vista su titularidad ayer, está llamado a ser un jugador clave en el esquema de Quique; necesita alguien que le mime y le sepa llevar por la senda de la confianza y la implicación.
Un aburrimiento que bien podría haber finalizado con tres o cuatro goles de ventaja para los rojiblancos de no ser por su desacierto cara a puerta. Finalmente, en el 82’ Maxi culminó una buena jugada tras robo de Simao. 0-2 y eliminatoria aparentemente resuelta.
A esperar, y que Sánchez Flores siga trabajando para lavar la desastrosa imagen de este equipo en este inicio de curso.
El resultado es lo de menos, pues en un partido, y más de Copa del Rey, no se pueden subsanar todos los desperfectos de meses; la victoria sirve, al menos, para calmar esas aguas tan revueltas que circulan por el Manzanares. La imagen fue como suele ser en estos casos en los que un entrenador nuevo coge un equipo: ganas, actitud y bastante concentración. Pero poco más. Con todos los respetos, no es el Marbella –y encima tan sólo tres días después de coger el cargo Sánchez Flores- el equipo que deba medir en esta eliminatoria a corto plazo este cambio de dirección en el atlético. Y sí, dentro de un par de semanas o tres el rival de turno en liga.
A lo largo de los primeros 45’ el atlético se acercó –sin asediar en ningún momento- de manera regular a la portería de Ávila, queriendo el balón y originando una continua sensación de peligro -¡qué menos!-. Mientras que los marbellíes ponían voluntad pero no creaban apenas sensación de peligro en al área de Asenjo. A los 19’ y en un centro sin apenas peligro, Troyano –sin querer- lo introdujo en su portería. 0-1, y respiro importante para toda la plantilla.
El segundo periodo fue una copia del primero, voluntad casera y control visitante. Aunque, vistos los otros enfrentamientos coperos, está claro que al atlético le tocó un rival sencillo, sin ganas de ser otro invitado aguafiestas en la Copa. El partido, además, perdió interés con la sustitución de Reyes, que dejó su puesto a Simao. El utrerano, vistos sus pocos minutos este año, y vista su titularidad ayer, está llamado a ser un jugador clave en el esquema de Quique; necesita alguien que le mime y le sepa llevar por la senda de la confianza y la implicación.
Un aburrimiento que bien podría haber finalizado con tres o cuatro goles de ventaja para los rojiblancos de no ser por su desacierto cara a puerta. Finalmente, en el 82’ Maxi culminó una buena jugada tras robo de Simao. 0-2 y eliminatoria aparentemente resuelta.
A esperar, y que Sánchez Flores siga trabajando para lavar la desastrosa imagen de este equipo en este inicio de curso.
1 comentarios:
Reyes me parece un jugador fantástico al que quizás le falte un poco de confianza del mister, ya lo desmostró en Sevilla y en el Arsenal, y ahora está más madura y con ala cabeza un poco más amueblada. El cáncer del Atlético es Maxi, lo dije hace mucho y lo sigo manteniendo.
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