Una nueva desfachatez atlética

Un Getafe discreto vence (1-0) a un Atlético inexistente en uno de los partidos más pésimos de esta primera vuelta. Manu culminó una buena combinación azulona; los rojiblancos repiten su versión del Recre y Celta. Los de Míchel cierran la mejor primera vuelta de su historia; los de Quique, despidiéndose de Europa.


Carlos Hierro / Foto: Ángel Díaz (Efe)
Lamentable actuación del Atlético anoche en Getafe. Una nueva derrota, la primera del año en liga, que trae consigo la aptitud malamente consentida y madurada en el equipo a lo largo de los últimos partidos –Huelva y Celta fundamentalmente-, retrocediendo cinco pasos por cada zancada acertada, haciendo vano cualquier tipo de reacción o concatenación de dos o tres victorias consecutivas.

Posiblemente pase desapercibido el trasfondo como siempre, pero la disposición de los jugadores atléticos fue demencial, impropia de un club con 106 años de historia. No jugaron a nada, ni siquiera mantuvieron una correcta colocación sobre el rectángulo, Quique inició con un rombo, inventando así un nuevo dibujo donde Assunçao volvió a ser expulsado y Jurado pasó sin pena ni gloria; Forlán y Simão confirmaron su abatido estado de forma, Reyes y Kun a intentonas, defensa esta vez salvable –cabe mencionar la prudente actuación del Getafe, que colaboró no deteriorando más aún la imagen rojiblanca-.

Un tiro blando de Jurado nada más comenzar, un fuera de juego inexistente al Kun a los quince minutos que le dejaba frente a Codina y un tiro desviado del propio argentino en los prolegómenos del gol getafense, las credenciales del Atlético durante sus noventa minutos al sur de Madrid.
Los azulones, algo más por lo menos en aptitud. Corazón e intento por asentar sus bases y conceptos presentados desde el inicio liguero aunque hoy sin suerte, siendo más prácticos e incisivos que alegres y fastuosos.

La mejor jugada de todo el encuentro, el solitario gol del Getafe. Volvió el Atlético a perder el balón tras un saque de banda en campo propio, robado en línea de tres cuartos donde recogió Soldado, abrió para Pedro León y éste cruzó raso al segundo palo para que el Manu del Moral empujase casi a placer con la zurda.
En ese momento, treinta y ocho minutos, se terminó el encuentro. Por un lado, desapareció –si es que no había desaparecido ya- la pequeña presencia en forma de intentonas de los rojiblancos. Por la otra, la vocación eminentemente ofensiva que trazaba el Getafe.

El segundo tiempo fue un suplicio desde el punto de vista del aficionado, sobre todo atlético. Pareció un sparring veraniego o un entreno para el Getafe, la reacción colchonera brilló por su ausencia. Tiago sustituyó a Simão y no sumó, Assunçao se fue antes de lo propio a la ducha, Gavilán tuvo la más clara en el 88’ con un disparo fuera desde el interior del área y el atleti deseo el pitido final ya desde el descanso.

Con este resultado, el Atlético permanece en la zona media seis puntos por encima del descenso y a nada menos que diez de Europa, antojándose como misión imposible entrar en ella a través de la liga. El camino, la Copa. Nuevo capítulo el próximo jueves en Vigo, donde tendrá que cambiar su versión si quiere seguir vivo no sólo en la Copa, sino en su objetivo Europa. El Getafe por su lado, se asienta en la zona media-alta y confirma su estatus de segundo equipo de Madrid.